El
Perú es una suma de tradiciones, culturas, lenguas; es como el río Amazonas,
que nace de la unión de varios afluentes hasta lograr su inmensidad. El Perú
nació así, en los peruanos fluye sangre indígena, europea, africana y oriental.
Este mestizaje es su fortaleza y orgullo.
Pero
sin dudas hablar de este país, llena de diversidad turística y un milenario
costumbres de nuestros antepaso es hablar del maravillosa ciudad de Cusco.
Las
culturas prehispánicas y los Incas lograron convivir en armonía con la agreste
geografía peruana, en los andes hicieron caminos y puentes que aún son usados y
construyeron con su avanzada ingeniería ciudades de piedras.
Seductora,
impactante y natural, cuya historia vive en las calles, plazas, valles y
pueblos. La ciudad de Cusco es una muestra impresionante de la alta ingeniería
incaica que dominó la piedra como en Choquequirao, Sacsayhuaman, Qenko,
Tambomachay, Ollantaytambo y Machu Picchu (la joya inca construida con la
sabiduría de los antiguos peruanos en un entorno ecológico).
Entrañables
atracciones y paisajes como el Valle Sagrado, con andenerías que visten las
montañas y pintorescos pueblos donde el pasado forma parte del presente. Cusco
realmente es el ombligo del mundo.
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